música española

Cuando el duende llama a tu puerta.

Mi idilio con la música española no fue temprano, ni tampoco a primera vista, pero ahora podría decir que es  «un amor consolidado».

Mi primer encuentro real con ella fue en Ámsterdam, donde participé como solista en un concierto de música española que dirigía Enrique López-Cortón.  Interpreté Las cinco canciones de negras de Xavier Montsalvatge y, para prepararme, recuerdo escuchar hasta la saciedad la versión de Teresa Berganza y, muy especialmente, la de Victòria dels Àngels, para mí tal vez la mejor intérprete de música española de nuestros tiempos. Disfruté mucho preparando el concierto, pero fue más bien un amor de verano, porque seguí en otra línea.

No fue hasta algunos años más tarde, montando mi primer recital como solista, cuando me di cuenta hasta qué punto fluía con el género. En él encontraba todo un sinfín de cualidades que yo sentía que tenía: versatilidad, fuerza, frescura, garra, pasión y picardía.  Me iba, como popularmente se dice, «como un guante».

En el recital, Viviana Salisi me acompañó al piano. Y es justamente con ella, con Viviana, que tenemos un nuevo proyecto entre manos: un proyecto todavía sin título, pero del que puedo avanzar que seremos cinco mujeres fusionando música barroca, clásica, tradicional y flamenco. Esperamos que durante 2021 se pueda convertir en  una realidad.

En un cuartito nace como compañía en 2011 y, con ella, afiancé mi relación con el género. En un cuartito los cuatro, cuyo proceso de creación duró casi dos años, me permitió descubrir canciones y autores fascinantes y también trabajar a grandes de la Música Española como Falla y Rodrigo.

En estos momentos estamos ideando un nuevo espectáculo, Un cuartito en América, una propuesta de música española con influencias de música tradicional latinoamericana.

En un cuartito los cuatro

En un cuartito los cuatro es un espectáculo creado a partir de una selección de piezas musicales del repertorio clásico español de grandes autores como Manuel de Falla, Joaquín Rodrigo, Frederic Mompou, Ernesto Lecuona y Federico García Lorca.

En el escenario: una bailaora, un piano, la percusión de unas castañuelas y una voz, la mía.

Las propuestas se suceden en solos, dúos, tríos y cuartetos llevando el recital tradicional a un espacio inusual, dentro de una constante búsqueda dramática y, como leímos en una de las tantas buenas críticas que recibimos, creando «un espacio onírico e imprevisible».

¿Las emociones protagonistas? El amor, el deseo y el miedo a la soledad.

Ver dosier del espectáculo.